Resurreccion del General D.V. Guerrero. [Subscribed: El de Pechera y Manga.].

              RESURRECCIÓN
DEL GENÉRALO, VICENTE GUERRERO.
F
ara que hemos de andar con cumplimientos, habletuqs claro, señor autor del
papel titulado: Verdadera noticia de la muerte de Guerrero: por fiíl este gafe se sabe
que esta vivo en cuerpo y alma, á pesar del furioso lartZaso que vd. le dio en sü pri^
mer papel: ¡gracias á lo diestro que S3y en la cifujia! La herida fue bastante honda, de
suerte que cuando vd. lo dejó exhalando la vida entre palpitantes agonías, lkgtlé
á desesperar de su cura; pero y ó como d:: esfa dependía mi crédito, apuré tocios
los recursos del arte, y ca'telo vd; vendiando salud al mas robusto. Si, amigj;
S. E. ha resucitado de entre los muertos, y plegué a' Dios no venga á juzgar á
algunos vivos; pero d gime vd. señor doctor ¿en qué quedamos con aquello del
castigo de Dios sohre este disidente, que seg'-iri vd. dice, perdió el trataaiicnto por
traidor, sin virtudes ni educacionl
.':Ya me parece que veo i vd. salir diciendo: Como son impenetrables los
altos juicios de la Divinidad, habrá permitido que este maldito insu-gintoii no
haya muerto para castigo de nuestras culpas; porque los teólogos como vd. á todo
le dan salida; pero sea lo que fuere señor Don':::: ¡jesús! se me iba á salir de la
voca; no permita Dios que yo descubra á escritor tan sabio y liberal; pues como
iba diciendo, sea lo que fuere, lo cierto es, que el Excmo. Señor Don Vicente
Guerrero vive, de lo que doy á vd. el pésame y á mi el pláceme, á pesar de lo interesante, que según vd. dice, es el exterminio de este desagradecido á" la Patria.
Me supongo que habrá llegado á sus, manos mi segundo papel, titulado: Si
asi hemos de continuar habrá mas republicanos &c., en él cUal le hago á vd. un justo
elogio, por sus filantrópicos sentimientos y por aquel bello modo con que rebate las
verdades mas sólidas, cuya respuesta aguardo; pero suplico á vd. no sea tan asquerosa como la de marras, porque soy algo débil de estómago y puedo vomitar
quien es vd.
Dígame criatura de Dios ¿qué no tiene en que ejercitarse? ¿por qué nos
anda vd. exponiendo á una alferecía y á las mugares á un mal-parto con los malditos trtulos que ha dado en poner á sus papeles? Muertes de Guerrero, traiciones
descubiertas en el Imperio, derrotas de Santana y otras zarandajas de este jaez con
que nos emboba y saca los medios: larg.ie vd. esas lanzadas, balazos, palpitantes
agonías y delirios, no vaya á resucitar Cervantes y lo saque por esos mundos
de Diosa desfac-r agravios: hrgalo siquiera por Dulcinea. Ya en mi anterior
papel le reprendí esto mismo y parece que no hay enmienda: cuidado con el caballero de los Espejos.
Finalmente, ya que el diablo lo ha agarrado por escritor, sealo de cosas
útiles que ilustren á sus compatriotas, que los hagín conocer sus verdaderos derechos
y los medios de ser felices; pues éste és el verdadero carácter de un escritor, y no
el de adular, cosa que ya fastidia demasiado. No espere vd. progresar por ese lado,
porque ya no vale.  Dios lo saque á vd. de atarantado y servil, como lo desea
El de Pechera y Manga.
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MÉXICO: 1823.
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Imprenta de Ontiveros.