La nueva revolucion que se espera en la nacion. [Signed: El Pensador, i.e. J.J. Ferna?ndez Lizardi.].

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LA NUEVA
DEVOLUCIÓN
¡QUE SE  ESPERA1
EN  XA NACIÓN,
■/uando el ©©mu» de mis compatriotas descansan arruyandose en I*
cuna de la confianza por nuestra naciente libertad, yo me desvela te-
niieado. una revolución: mas san-gri-
entai que la del año de die*> .pro-
tuovida- só< pretesto de reíigion> sostenida coa las arma» que esta pf o-
liibe¡ y apoyada ea la ignorancia y/
fanatismo^ de ¡os pueblos. Acaso
luis'..temores- serian* efecto dé xnv
complexiou hipocondriaca; perú si
por dssgraeia no carecen de funda»
meato, diré con toda la franqnesa-
Je nombre libre, cnal & cuales son"
los que tengo,- para que á" tedie-
coja de nuevo lo que pueda sücé*\
der, y Jos padres déla 3?átria deter--
minen las- precaución*.* convedíentés.-
Esti ya muy manifestada la
opinión á1 favor del gobierno repu*
Wicano ea qué debemos constituirnos por raaon y por' necesidad. íbr
Tü-Tion- parque ya no~ estamos en el
caso de invitar «on ét trono me--
jíeano ni 6 un- vastago de la ca«-
sa dé Bortoon,. ni* 4 ' ningún©' de
cualquiera otra de la Europa.
Tampoco teneffioa- k quien" designárselo   en" America» después délos acaecimientos' del  Sr,   ltwrbidé.-
Por otra parte-,  una triste experiencia nos-.lia   convencido    de que   el
go&íefti'o      moríarqUicd     moderado'
constitucrioaal,   es- una paradojaia-
concebible' porque- aa  monarca siw-
responsabilidad,    invioíab'e,   y   que-
disp»K'e'  de" Iss premios'y de- la fuerza armad.*, e» imposible, si es hombre, q«e   gu-S'rdt la   tal   JHodteracion-
pox musi-o tieii.pcj aBaq.we asilo ja
re por lo mas sagrado del cielo y de
la tierra. El zelo de su propia
autoridad lo hadé tener en' una
continua a/arma coatra el peder'
legislativo y luego que pueda lo ha
de absorver, erigiéndose en- absoluto', coma lo supimos de Espa3a,
y con nuestro* ojos lo acabamos
dé ver en nuestra patria. He aqui
de donde se deduce que el gobierno republicano es el que nos con*
viene p0r razotr.
Tambieu. por   necesid'ád',   ptíer
no   pudiéndb darse medio entre monarquía   absolnta   o republicaj detestando    nosotros  la primera, estamos    eft-   estrecha   necesidad'   dé
elegir Ja   segunda,    A mas   de que
estandbv rodeados   per   el   Sur y el
Norte de   repúblicas» no   pudiéramos  sostener  un monarca' sin cau*
sarles" 2élos, privándonos de su alianza,   y esponiendonos dé consiguiente ¿ que nos hagan la  guerra de
un día   4 otro.-
Según    esto,, es   muy   regalar
•que   el  Soberano    Congreso  constituya ía Nación   bajó   uu    gobierno
aristodéniocratíco-> Este   como   todos   saben,   es  el  que   mas* garantiza   la seguridad" del   ciudadano y su-
igualdádv ante   la ley:- la   república'
es enemiga de   las   distinciones- qne
se  compran y no   se adquieren por
ttiedía   del mérito y   el   talento; y
como tal   desdeña loa   ridicuío-s   é~
insultantes, tratamientos dé   Vsias,
exelencias,   Alteza»    y majestades,
y no' se   engalana con esa nu&ítitu#
de  cintas,   cruc-?sr   bandas,, peres-
dengues, Baronías, condazgos)  mix~