Incitativa a la Defensa y a la Union

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INCITATIVA ALA DEFENSA YA LA
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¡Srl'J0S ^e "a Nación mexicana! Los triunfos de los enemigos de la
libertad en Europa, acercan el desenrollo de los planes que en Ve-
rona se concibieran para vuestra esclavitud. Los monarcas no conspiraron exclusivamente contra aquellas instituciones liberales. Do quiera
que descubran el resorte del pueblo han de sofocarlo, y les importa demasiado
ahogar en  su cuna  á la   hermosa libertad.
La liga de los reyes contra los pueblos es tan antigua como el gran
cazador Nembrod (1) Hay una maldita raza de dioses entre los hom-
bies qué la cólera de todos los siglos, no ha podido extinguir, que
envenena en su mismo origen las fuentes de la prosperidad pública,
que se alimenta con sangre tibia conforme á la bella expresión de
Milton, que bajo la purpura de Tiro, oculta pechos criminales, que
en la una mano lleva el cetro de fierro y en la otra la espada de
la venganza y del furor, que levanta su trono sobre cadáveres y miembros mutilados, que sonrie en el incendio de Roma, y en las cenizas
de Moscow, que apaga las luces y reina sobre las tinieblas, que halaba las pasiones y fomenta la superstición, y que en fin, es el azote
perpetuo   del mundo.
Esta familia de vivoras se reunió en congreso, y después de salvar la Cumbre del Pirene y de dominar en la Península, marcha yá
en numerosas y agitadas turbas, al suelo que pisamos donde no faltan
animales ponzoñosos.
Compatriotas Los que os dominaron tres siglos jamás han renunciado el supuesto derecho de conquista, y bien sabéis que palmo á
palmo y brazo á brazo, sostubieran la causa metropolitana, con una
obstinación sin ejemplo en la historia. Bien sabéis que nada se lia
otorgado á la justicia, que los principios de derecho universal no se
aplicaron á la naciente sociedad Mexicana, que la humanidad apellidara en vano sus fueros, y que sois independientes y libres por ha-
ver comprado estos dones inestimables con vuestra sangre, con vuestro
valor é  inmensos sacrificios.
A modo de la corneja que asentada sobre el muzgo de las paredes viejas, sobre las ruinas de los palacios y otros monumentos de la
sobervia y la miseria humana, transmite de cuando en cuando monosílabos tristes y proféticos, así yo desempeño en este dia el funesto deber de anunciaros ¡ó amables paisanos! que los griegos están á laspuer~
tas de la  ciudad ( 2 ).
La independencia siempre cara, y siempre dulce á los mexicanos, vá á ser combatida y á renovarse los lánguidos esfuerzos de los
opresores. No lo dudéis: sus ojos torvos y malignos, se han fijado sobre vosotros, así como el Milano escondiéndose en las pardas nubes,
asecha la presa que fuera objeto y estímulo de su voracidad. El León
de Castilla que cuenta sus abuelos desde los desiertos arenosos y encendidos del África, ruge y si bien herido entre Abíla y Calpe (3),
lanza todo vía profundos gritos de rabia y desesperación. El eco se
percibe á lo lejos, y el momento del peligro se acerca. ¡ A las armas,
compatriotas!
Jamás se ha ofrecido ni podrá presentarse un motivo mas urgente ni mas sagrado, para esponer la vida, los intereses y las fortunas!.
¿Cual sería nuestra suerte si fuéramos  de nuevo   uncidos  al  carro  Je
( I )    Magnus venator comm   Domine.        ( 2)    Viages   de Antenor.
■ - 3 ( 3 )    Nombre de las columnas de Hércules.
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