Tres palabritas al Sen?or Andrade y sus diez y siete firmones. [Signed: El Payo del Rosario, i.e. P. de Villavicencio.].

              TRES   PALABRITAS
AL    &BÑOR   A'NDRAD-B,   '
Y .
SUS D1E2   Y   SIETE  FIRMONES.
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/liando rjftá Nación reclama sus sagrados derechos, no hay* füéráa hüliiána
qué baste á resistirla, si resuelta trata sostenerlos» Este axioma político está
tan bien probado por ¿a reciente experiencia, que sería tm error querer per-*
suadir  lo contrario   á   un  pueblo    que le.  amaneció   el dia de la  ilustración»
Callen, pues, los genios díscolos que están persuadidos que nuestras pre«
sentes revoluciones soíi obras del hombre, reflexionen uu soló momento Sobre
los acaecimientos presentes, y se convencerán, que dichas revoluciones son
obras   del  ¡siglo.)   a las   que es  imposible  contrariar»
Sí Sr» Excmo» el presente grito de Veracfüá no ha ii'ádidd Bé¡ pechos pérfidos, como se quiere persuadir i la ilustración de nuestros días, r. I e-
"Tüó conocer que los intereses de la patria esíin en. 'coniradicion febíi los dé iíti
solo hombf?; que aquella exigs . los mayores sacrificios.) y «qué el amor particular debe callar., cuando el" dé la comunidad pide el remedio de unosme'cs
toTesén-tés'-; que ó ya gravitan ¿obre los pueblos, ó los Vé muy próximos fe. realizarse. ■- -■■ , .    .
. . j'í qué mayores males podría esperar; nuestra afligida patria que aquellos qué son consiguientes ala 111801001011 de un gobierno? La representación
nacional contrariada, desobedecida, y ñnalaieüté disdéltá-* Los pueblos forzados á s-.ifocaí el uitr.íje de aquellos én quienes habian depositado sü eónflfeu^a^
y la felicidad de sus hijos, y llorar dantro de sti coraron la prisión arbitraria
de sus ' representantes.»'' parala que hmgtm derecho podía tener un hombre por
elevado que fuera sin un. poder GhpñzM'f éxpf.f$o di los rfue ty habian nombrado ¡ Una junta instituyante, creada éón-el mismo defeéío y1 por lo mismo sin
Crédito en la nación ¿ que efectos podían producir en los pechos dé los buenos
americanos1 ¿ que efectos s Ya los vernos- el
solución de  conseguirla   á Gosta  dé  sus   Vidas
Sr¿ E-xerao»
deseo   de su líberlad* y  la  re--;
y las   de  Sus   tiernos hijos».  Es-
les   Obligó en otro   tiempo    á abrazar las  batideras íri-
os éi
te  dei-|^	
■garantes, y en el p|.érébit»í. á seguir el grüó "Vcrivcrú/ár.ó, ceñ ver: ciclos ele que
las roteas que llevaba el gobierno ,,pór los malos consejos de Cuatro picaros., érán^
no oirás, que las ele ponerles tinas cadensS mas pesadas que las que sé
les  hablan  rolo, de'&lumbfañdolos  con  fabricársela'; ñe   éfút
l Pues como,   Sr.-  ÉyCmo, siendo   estos hechos tan  -notorio s$    cerno siendo     ínegable,    que   cuando  el  gobierno  viola los  derecho-? del  pueblo¡   la insurrección   es   para este y   para cada porción de él, el más  sagrado de  los detecte es    y    el  iras  indispensable de los deberes, se   quiete  por   V.   F.   califi—
esr   de   perüdia el   grito y la  toma  de   armas ¿a las   provincias   c^ue en la -a-e-