[Begin. Murcianos. Habeis léido ya las Proclamas, etc. [An address, directed against Napoleon. Dated, 20 June, 1808.]].

              MURCIANOS.
XXAbéis leído ya las proclamas hechas por todos los pueblos, con las
que han desahogado el patriotismo que los anima; y la unión que es la principal defensa contra el enemigo común, se ha establecido tan maravillosamente que hasta ahora nuestra gran Nación conserva una misma voluntad explica -
da con unos mismos sentimientos. Desdichados de nosotros si dexase de reynar
la armonía, la confederación, y la mutua confraternidad para sacrificarnos unos
por otros. Una misma es la Religión, uno mismo el Monarca grande y deseado, que esperamos ver en su Trono á costa de nuestros esfuerzos y nuestra lealtad; y unos mismos los intereses propios de no sujetarnos al yugo de un tirano, cuyas ofertas publicadas por las imprentas, se han borrado con la sangre
derramada de sus íntimos aliados, tratados á exemplo de los Cartaginenses en
los  tiempos   mas  remotos.
ESPAÑOLES: Murcia os convida á una defensa gloriosa; os quiere hacer
v^er: Quienes fuiraos:^:En que concepto nos han reputado estos vecinos traidores con  capa de amigosrrrY   quienes podemos   y   debemos  ser.
Nosotros fuimos aquella Nación conocida por los nombres »de. la mas belicosa sin controversia entre todos los bárbaros* es decir, entre todos los extran-
geros.« Asi se llamaban por los Griegos los que no hablaban el idioma de su
país: bárbaro se llamó Ovidio entre los Getas porque á ninguno entendía. "En
el combate los Españoles eran superiores por la tolerancia en las incomodidades de
la guerre?y »Por el amor á las fatigas mili tares" »~Por la intrepidez con que
despreciaban la muerte" »Vor lo dificultosísimo de conquistar" »Gente fiera y belicosa y la mas apta entre quantas tenía el mundo para reparar las ruinas de la
guerra" »Magnánima" »> Atrevida" r> Guerreadora, y Maestra del grande Aníbal"
Son epitectos todos con que Tuzídides: Siculo, Justino, Silio, Estrabon, Livio,
Tibulo, Floro, Rodiginio y otros han llamado y han distinguido á nuestra
Nación,  hablando de la  historia del Mundo.
Dos Ciudades solas de España consumieron los exercitos de Cartago y Roma: Sagunto y Numancia presentan en el dia el valor, la constancia, y el
carácter de nuestra Nación. A pesar de estas glorias que no las presentan
iguales los demás reynos de Europa, si estudiamos las lecciones que dan los
siglos, los extrangeros nos han querido confundir con los Africanos en la barbarie; nos hacen distintos de aquellos hombres que baxo las banderas de
Aníbal batallaron en eí Ródano; de aquellos hombres que baxo de Viriato y
de Sertorio intimidaron á los Romanos para no entrar en batalla con ellos hasta
deshacerse de estos Xefes por medio de la perfidia y la alevosía. El Español
que abomina esta clase de defensa, y que siempre ha tenido por verdadera
política resistir la fuerza con la fuerza, cumplir sus palabras, dudar de la
perfidia agena por la repugnancia que tiene nuestro carácter á este modo de
pensar, ha sido causa de que se le crea ignorante ,^ abatido y sin energía.
La experiencia en el corto espacio de quince dias ha demostrado á la faz de
la Europa, que los Españoles somos aquellos mismos que hicieron temblar á
las águilas de Roma, y los que.desprecian las del nuevo Imperio Francés, que
ep alas del engaño, de la perfidia y de la iniquidad han querido cubrir nuestra Monarquía.